
Después de ver a un Wilkins inmobilizado, atrapado en un chaleco cérvico toráxico y con una alta probabilidad de quedar cuadripléjico, es imposible no asombrarse al verlo en una actividad que es tan natural como hablar: caminar.
Con una vestimenta cómoda, ideal para dejar desplazar el cuerpo, llegó el cantante y compositor al Parque del Indio en el Condado. Enseguida se quitó las chancletas y caminó hacia la playa para hacer aún más evidente la recuperación que más tarde detallaría en palabras.
Pausado, como también habla, comenzó a estirar el cuerpo con la mirada fijada en el horizonte, mientras el sol lo calentaba de afuera hacia adentro. Así, poco a poco, fue aumentando la intensidad de sus ejercicios hasta alcanzar el “vuelo” que lo pone en control de su cuerpo.
Esa energía empezó a alimentarla justo después del 30 de octubre del 2011, cuando fue operado de emergencia debido a una bacteria que se alojó en su espina dorsal (osteomielitis). “Le pedí a la enfermera que todos los días me levantara y me sentara frente a la ventana que había en la habitación y empecé a hacer mis lecturas, mis oraciones y empecé a viajar fuera de mi cuerpo y así pasaron 45 largos días que, ahora que los veo, no fueron tan largos, porque tomé la decisión de vivir en un momento específico y eso me ha ayudado también a mi sanación”.
WILKINS HABLA SOBRE SU PROCESO DE RECUPERACIÓN
Wilkins narra cómo ha sido su proceso de recuperación tras un problema infeccioso en la columna.
Un paso importante llegó poco después, cuando le colocaron el chaleco cérvico toráxico a su medida. En ese momento el doctor le dio la señal de salida para comenzar a caminar. “Me dijo: ‘Quiero que camines todos los días hasta el puente donde da el sol, como a las 2:00 de la tarde’, y yo amo el sol, y sabía que el sol me iba a curar también”.
Ciertamente, la naturaleza asumió el rol de apoyo en su recuperación. El intérprete, que el próximo 20 de octubre presenta su concierto Vivo en el Coliseo de Puerto Rico, la usa como un complemento del tratamiento médico. “Hasta el día de hoy continúo con una alta concentración de calcio, de vitamina D, y con los ejercicios al sol de la mañana, porque el doctor quiere que desde la mañana reciba la vitamina D del sol del mar, porque en realidad es más efectivo”, detalla quien además practica el arte marcial taichí, la resistencia (pesas) y la meditación.
Vegetariano hace más de dos décadas, Wilkins reveló que, estando ya en su casa en la Isla, pero aún con el chaleco cérvico toráxico, sufrió una caída debido a una hiperventilación que lo mareó. Esto lo echó para atrás en su recupación temporeramente, porque tuvo que depender de un bastón.
Tras un año y medio sin visitar su castillo en Córdoba, Argentina, el “Rockmántico” viajó y, guiado por su instinto y espiritualidad, diseñó una rutina “rudimentaria” en torno al río y las montañas que bordean su propiedad. “Entraba los pies al agua hasta los tobillos, contra la corriente, y empecé a hacer el vuelo y eso me ayudó a mi propio balance; creo que tengo mejor balance que antes”.
Publicado en Primera Hora / Por Rosalina Marrero-Rodríguez